martes, 9 de octubre de 2012

irritabilidad
 
“El veneno resultante de la irritabilidad se llama "imperil" - un peligro dominante. Ese veneno, absolutamente concreto, se precipita sobre las paredes de los canales nerviosos y, de ese modo, se esparce por todo el organismo. (...)

Solamente el descanso puede ayudar al sistema nervioso a vencer ese peligroso enemigo, que tiende a provocar las más variadas irritaciones y contracciones penosas del organismo. (...)
Cuanto más sutil es el sistema nervioso, más penosa resulta la precipitación del imperil. Ese mismo veneno, con un ingrediente, puede contribuir para la descomposición de la materia.

...
Hay que distinguir entre la indignación del espiritu y la irritación. El fuego de la irritación debe subdividirse en dos tipos. Cuando la irritación tiene carácter cósmico impersonal, la corriente del prana puede llevarse su veneno. Pero cuando la presunción y la piedad de sí fortalecen la irritación, entonces el sedimento del veneno se deposita en los centros etéricos del individuo. En este caso, no hay posibilidad de retirarlo; sólo se puede eliminarlo mediante el pensamiento cósmico.(Base del Amor Incondicional)
…Es grande la fuerza curativa de las emanaciones de gratitud.

El sedimento del imperil os fue mostrado. Es exactamente ese veneno el que causa tanta preocupación en las personas. No olvidéis que la mayor ignorancia es menor que una gota de imperil, pues el imperil impregna el espacio cuya pureza es responsabilidad de todos.
Ciertamente, el imperil es el mayor destructor de la energía psíquica. Pero tampoco deben olvidarse tres perturbadores: el miedo, la duda y la piedad de sí. Cuando pueda efectuarse la medición de la energía psíquica por medios mecánicos, será instructivo observar cómo esos perturbadores interrumpen la corriente de energía. Esa corriente de energía es ayudada por esfuerzos tales como la auto-abnegación y la realización espiritual.

Por última vez, Yo hablaré sobre la irritación. Se ha de pensar en el perjuicio, no sólo personal, sino también para el espacio. Ese gusano…no cesa de devorar el aura planetaria. Su mal se arrastra por debajo de todos los trabajos.

Es necesario guardar al fuego como a un tesoro. (Agni o fuego del Espíritu)

El fósforo de los nervios se está consumiendo como una mecha, y ¿cuál es la utilidad de la lámpara sin ésta? (El imperil acaba con el fósforo de nuestro sistema nervioso)

Uno ha de ser capaz de pasar al menos un día sin la más ligera irritación. El Imperil corroe los más significantes reflejos de la energía.”

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